viernes, 3 de septiembre de 2010

Discusión política


Críticas al capitalismo

Marxismo

Para el materialismo histórico (el marco teórico del marxismo), el capitalismo es un modo de producciónEsta construcción intelectual es originaria del pensamiento de Karl Marx y deriva de la síntesis y crítica de tres elementos: la economía clásica inglesa, la filosofía idealista alemana y el movimiento obrero de la primera mitad del siglo XIX.
Capitalismo e imperialismo
Los críticos del capitalismo le responsabilizan de generar numerosas desigualdades sociales. Tales desigualdades eran muy acusadas durante el siglo XIX, sin embargo se experimentaron notables mejorías en los países industrializados a lo largo del siglo XX, a pesar de que nunca se haya demostrado con hechos objetivos y, además, las desigualdades crecieran exponencialmente respecto a los países colonizados. Pero los críticos del capitalismo señalaron desde finales del siglo XIX que tales avances se obtuvieron por un lado a costa del colonialismo, que permitió el desarrollo económico de las metrópolis, y por otro lado gracias al Estado del Bienestar, que suavizó los efectos negativos del capitalismo e impulsó toda una serie de políticas sociales.
Otras críticas al capitalismo que se enlazan a décadas anteriores con el mismo matiz antiimperialista provienen de los movimientos antiglobalización, que denuncian al modelo económico capitalista y las empresas transnacionales como el responsable de las desigualdades entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo, teniendo el tercer mundo una economía dependiente del primero.
El mercado como institución no natural
Desde una perspectiva no estrictamente marxista, Karl Polanyi insiste en que lo crucial en la transformación capitalista de economía, sociedad y naturaleza fue la conversión en mercancía de todos los factores de producción (tierra, o naturaleza y trabajo, o seres humanos) en beneficio del capital.

Ecologismo

La crítica ecologista argumenta que un sistema basado en el crecimiento y la acumulación constante es insostenible, y que acabaría por agotar los recursos naturales del planeta, muchos de los cuales no son renovables. Más aún si el consumo de estos recursos es desigual entre los países y en sus respectivas clases sociales. Hasta hace algunas décadas, se pensaba que los recursos naturales eran inagotables y que la contaminación, pérdida de la biodiversidad y de paisajes eran los costes inevitables del progreso.

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